martes, 30 de septiembre de 2014

Dile adiós a tus viejas lámparas incandescentes

Ya va siendo hora de que nos comencemos a despedir de las viejas y ya no tan queridas lámparas incandescentes, ya que después de todo su presencia no le cae muy bien a la ecología. Este invento de Edison fue realmente bueno en su momento, pero es hora de reemplazarlo por uno nuevo y más efectivo en el sentido energético. A medida que vayas reemplazando las lámparas incandescentes por otras como las fluorescentes (CFL) y las LEDs, debes saber que tu factura de la electricidad comenzará a bajar de a poco. Cuando comenzamos a utilizar un nuevo tipo de bombilla pueden surgir algunas preguntas, y aquí trataremos de contestar las más comunes.
Dile adiós a tus viejas lámparas incandescentes
¿Cuánto alumbra cada tipo de bombilla?

  • De 300 a 900 lúmenes en el caso de las incandescentes. Lo mismo va para las fluorescentes. Las ganadoras son las LED, ya que alumbran de 1000 a 1300 lúmenes. Los lúmenes indican la cantidad de luz emitida, es decir, es una unidad de medida de emisiones de luz.
¿Cuál es la potencia de cada una?
  • No hace falta decirlo, pero una “buena” bombilla incandescente debe tener una potencia de 60W al menos. El consumo de la fluorescente suele ser de 14W, mientras que la LED gasta solamente 10W.
¿Cuál es la vida máxima de cada una?
  • Las incandescentes tienen una vida máxima de 1000 horas aproximadamente, mientras que la fluorescentes poseen 10 veces más, es decir 10.000 horas. Las LED se llevan el premio mayor: 50.000 horas, es decir 50 veces más que las tradicionales.
El problema de las lámparas incandescentes es que necesitan mucha potencia (es decir muchos watts) para poder generar mucha luz, pero eso no ocurre en el caso de los otros dos tipos. Debido a esto, el uso de bombillas LED y CFL nos ayuda a ahorrar un poco y de paso le damos una mano al medio ambiente, ya que se consume menos electricidad.

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